6/5/13


TELEVISIÓN

La televisión, tal y como la conocemos ahora, tardaría muchos años en desenvoluparse. Sus inicios fueron en Inglaterra en el 1936 y en Estados Unidos tres años después coincidiendo con la  la Exposición Universal de Nueva York, que, por entonces, eran el motor de las innovaciones mundiales. Fue despúes de la Segunda Guerra Mundial que las emisiones programadas fueron en aumento. 

Sin duda, la televisión ha sido un objeto que, aunque en competición con internet, sigue muy vigente entre la población. 

Desde sus inicios, la televisión se ha ido desarrollando y añadiendo mejoras: pasó del blanco y negro al color (sólo se podía visualizar la programación de los canales de televisión),  se le ha podido añadir otros complementos como el VHS (cintas de vídeo) y después el DVD, que incluye más funcionalidades como elegir una escena de una película directamente. Evidentemente, significa más calidad de imagen y sonido, y más tecnología en menos espacio. Actualmente, la televisión se ha adaptado a Internet con las Smart TV. 

A parte de las funciones de la televisión convencional, tienes otras opciones como poder alquilar una película desde tu sofá, poder disfrutar de tus series favoritas sin tener que esperar al horario televisivo o acceder a las redes sociales. De este modo, la televisión va acorde a los nuevos tiempos, a las nuevas tecnologías y en competición directa con las salas de cine.

Se puede decir que la televisión tiene dos finalidades: la de canal de información y la de ocio, con la retransmisión de películas, series y programas de entretenimiento. 


También cabría destacar la función de televisión on-line o programas "a la carta", que después de emitidos se pueden ver por la página web oficial de cada canal, como por ejemplo, a nivel nacional http://www.rtve.es/alacarta/ TVE, el canal público subvencionado por todos los españoles y TV3 http://www.tv3.cat/3alacarta/, otro canal público, esta vez a nivel autonómico, que ofrece estos servicios a través de la red. 

 La televisión es el medio de comunicación de masas por excelencia, y tiene un gran poder sobre la sociedad. Pero, ¿es verdad todo lo que se dice en la televisión? Rotundamente no, ya que los canales de televisión adaptan y manipulan sus contenidos e información para obtener y mantener la audiencia. Eso sin contar las afinidades políticas y económicas de cada canal (sobretodo privados) con el gobierno vigente. 

Como humanos que somos, tenemos que aprender a tener nuestro propio criterio para distinguir la información correcta, la verdad de la ficción, distanciarla de lo que es la opinión y separar la razón de los sentimientos. Esto no es fácil en absoluto, ya que los medios tienen muchas armas para convencer al público, pero se tiene que intentar para no caer en el engaño. 

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